sábado, 24 de diciembre de 2011

Superhéroes de Navidad y otros días..

Los superhéroes nacen en días aparentemente comunes y se van igual, en medio del silencio de un instante.

Yo conocí a uno, tú también, cada quien conoce al menos a uno, pero la verdad es que decidimos por un favorito aunque entre ellos comparten ciertos detalles.

Masculinos o femeninos dejan una huella indescriptible, imborrable, inigualable…

Hace poco vi una historia desde afuera. Él se levantó como todas las mañanas, hizo el recorrido habitual, dejó a los pequeños en sus escuelas y se marchó, creo que a veces tampoco a ellos les avisan cuando ha llegado el momento de irse. Más tarde se dio el aviso de su partida, ya no regresó. En medio de la incertidumbre y el desconsuelo, unos ojitos confundidos evocaron su última imagen. El pequeño no pudo más que correr por los jardines, ansiando que de golpe lo detuviera su mano firme. Otras miradas revisaban los alrededores, muchas manos perseguían esos ojitos pero ninguno lograba un instante de su atención.

Hay momentos que se viven hacia adentro, hay palabras que resuenan y silencios que invaden ese ruido que quisiéramos que perdurara ferozmente para atribuirle a él tal aturdida.

Los días han pasado y él ya no corre en los jardines, ahora abraza fuerte su almohada mientras suspira recuerdos, mientras intenta ya no pensar, mientras piensa en el presente y evita todo lo relacionado con el futuro, “era mejor correr”, piensa, “por lo menos mantenía la esperanza de encontrarme con él”. Ahora, en medio de luces y cantos todo es ruido que no basta para llenar este huequito que dejó su partida sin decir adiós.

Los superhéroes no se despiden, pero inventan cuentos para permanecer en los sueños y la memoria, dejan algunas lágrimas que multiplican las incontables sonrisas.

Se visten como personas normales encubriendo su verdadera identidad, pero de vez en cuando los descubrimos antes de que se vayan...

Apenas dos días atrás platiqué con uno de ellos, sí, también platican mucho, hablan de historias fantásticas casi irreales. Esa es una de las posibilidades para revelar la realidad, o cuando otros nos cuentan de sus vidas pasadas, que ellos asumen como una sola y brotan todos esos detalles que nos obligan a trasladarnos presas del amor y la nostalgia.

Ellos también ríen, dejan que la vida se deslice en su piel y les recorra todo el cuerpo. Son agradecidos y se construyen con el tiempo. Aprenden a llorar, por eso son capaces de dar tal abrigo y consuelo. Hablan de la felicidad con tal holgura que uno descubre que la han tenido en las manos, o con tal reserva que todavía se ve en sus manos el dolor de haberla perdido.

No exigen, llegan de repente y se quedan a esperar el alba, sabiendo que tal vez no habrá mañana para ellos, pero sí para otros. Saben que la lluvia es un abrazo de paz y que el sol es medicina, encuentran en una caricia infantil la plenitud y en una ilusión la esperanza vuelta realidad.

Son transparentes y enormes, detrás de las marcas del tiempo envuelven el más dulce de los regalos, han saboreado el suave almíbar de la ausencia que provocarán y tienen la certeza de que en su momento otros podrán asumir la carencia como ganancia.

Tienen poderes diferentes pero comparten el de la paz. Sin embargo, no tienen el poder de decidir cuándo se marcharán. Unos se resisten, otros se entregan en plenitud, algunos más añoran ese momento. Quizá antes de irse han de cosechar o tal vez queda tiempo para una semilla más; su consigna es incierta para aquellos que no podemos acceder al misterio, pero se aclara cuando volvemos a su sonrisa.

Todos los superhéroes celebran la vida, luchan por ella, más aún si es por la de los seres que les han enseñado a perfeccionar el amor. Es por eso que no parten sin demostrarlo.

.. Será que un día, sin buscarlo, los encontremos en otro par de ojitos o en una tierna sonrisa que nos recuerde que podrán irse físicamente, mas permanecerán impregnados en la vida que sin dudar entregaron presas de su libertad por amar..

lunes, 28 de noviembre de 2011

VALE la pena

Vale la pena por esa sonrisa que es una constante para ellos, por la mirada que voltea a verlos a pesar de que se sienten o quieren sentirse invisibles.. vale la pena porque los detalles dejan en ellos más que las clases enteras, porque las soledades se comparten y la vida se multiplica.. vale la pena porque nos hace más humanos al asumir nuestra humanidad limitada y la suya ardiente por crecer y que nos hace seguir creciendo..

Vale la pena porque es un camino de constancia no de velocidad, donde la meta no es lo más importante, sino el trayecto con sus matices.. vale la pena porque somos muchos los que nos levantamos temprano para estar siempre para ellos, pero a la vez hay muchos que se levantan para cubrir un horario y los que queremos realmente trabajar en educación debemos redoblar esfuerzos..

Vale la pena porque son personitas en construcción, como nosotros.. porque "para educar a un niño hay que amarlo" y amar duele, y amar impera entregarse y comprometerse.. porque es un constante intercambio de palabras y silencios llenos de vida, porque así como nosotros valoramos hasta tiempo después (al estar del otro lado del salón) todo lo que nuestros maestros hicieron, ellos tendrán la oportunidad de ponerse de frente a la vida y vivirla con lo que han recibido de tantas personas que pasamos por su vida por instante.

Vale la pena porque refuerza la congruencia de vivir en serio, libremente, buscando que ellos, tan chiquitos dejen de sobrevivir y empiecen a tomar su vida con las dos manos.. porque es más que romanticismo, es la realidad diaria de contribuir con nuestro país, como lo han hecho los héroes y lo hacen tantos anónimos que a pesar del miedo, las derrotas y el cansancio, han visto, escuchado, sentido, saboreado o simplemente respirado la mirada transformada de alguien que pudimos nunca conocer pero que está en nuestro camino y nosotros en el suyo.. pero es cuestión de mucha paciencia, para esperar ese hermoso momento y aún más coraje, para aprehenderlo y disfrutarlo.. con todos sus matices, con todos sus contrastes, que hacen de la luz un hilo delgadito, fino finito, pero en medio de la oscuridad mucho más radiante..


y vale la pena, porque así te conocí y aprendo de ti y contigo..

jueves, 24 de noviembre de 2011

A pesar del Diazepam

Hace tiempo que me sentía distinta, aparentemente bien, tranquila, estable. La ansiedad había disminuido y estaba haciendo cosas que me hacían feliz, pero por alguna razón había un hueco grande que no lograba llenar.

Quise tomarla con las manos y sentirla pero se esfumaba cuando apenas iniciaba el contacto con mi piel; intenté fotografiarla pero no me atreví a exponerla a una ruptura o inhibición.

Hacía tiempo que no me permitía verla, la distancia de la vida cotidiana nos había alejado aunque algunas noches nos reunía la nostalgia, de vez en cuando se apropiaba del estrés que genera el tránsito vehicular entre las dos y las tres de la tarde. Sin embargo, no la encontraba ya como refugio ni ella a mí como escaparate.

En una sencilla palabra hizo saltar mi corazón y brillaron mis ojos, entonces respondí y la encontré. La memoria revivió aquella duda lejana de sumergir cada aliento en ella, ¿será tarde? ¿qué lugar se merece? ¿qué podemos regalarnos mutuamente?

Y junto al romántico callejón pusimos el punto de reunión; cual brisa fresca rozó mi piel, que inicialmente se negó a la seducción y con los ojos bien abiertos la buscaba pero no podía verla con claridad, fue saltando de rincón en rincón y logró inundar hasta el espacio que guardaba entre mis labios y me dejé llevar. Sentí ese abrazo que faltaba y su esencia se empeñó en recorrer cada centímetro de mi piel, entró y no pude hacer más, la decisión estaba tomada.

Han querido interponerse, la enfermedad, el tiempo, el poder, el cansancio, incluso veladamente el Diazepam. Han buscado apagar las caricias y reducirlas a una sonrisa sincera pero insuficiente. Hace unos días la vida exigía una lágrima de euforia, una meta proponía más que escalofríos, la impaciencia reclamaba su lugar. Hoy una voz aguda añoró una carcajada, fue entonces cuando la consciencia intentó valorar quién podría devolver a cada cual lo suyo con aquellos obstáculos.

Y fue sólo ella, que sutil y natural abrió la puerta y se volcó una vez más en el aire, sin importarle el tiempo se mezcló con todo lo que encontró a su paso y en su camino dio color a esa fotografía pendiente, que espera un haz de luz travieso, que se construye de mucho más que letras y notas…

miércoles, 26 de octubre de 2011

Por ella y por los que nadie ve

Todos los días me rindo a su sonrisa y hoy me volvió al llanto contenido al acariciar su joven piel. Cuantas heridas guarda debajo, que ni siquiera la sangre se atreve a correr y el silencio embarga este espacio grisáceo en el que su luz quiere dar batalla.

¡Qué injustas son las noches que le impiden soñar y las mañanas que la enfrentan a la realidad, que dan pie a liberar únicamente el carmesí que recorre su interior!

¡Qué burla robarle la alegría, que delito aprisionar su corazón!

No hay mucho en mis manos, no hay nada en las suyas, no aún. Ojalá pronto llegara ese día, su día, cuando su vida sea verdaderamente suya y pueda disfrutar los colores sin buscar la mirada aprobatoria. Cuando sus heridas se hayan cerrado y de ellas quedara solamente la cicatriz, esa que deja el dolor y en cuya memoria nos hemos hecho más humanos.

Desearía que mi rabia se convirtiera en cielo estrellado para abrazarla por las noches cuando no llega el beso de mamá y que el frío de la noche cerrara sus heridas y le ayudara a crecer muy despacito, que inhibiera el dolor, que devolviera el rojo a su sonrisa…

Aunque crecer duele, aunque las preocupaciones del adulto pueden ser muchas, aunque el miedo nos transforma, aunque las ofensas sean muy graves, aunque nos invada la frustración, aunque la soledad aprisione, aunque ellas misma desconozcan los motivos, aunque el sol alumbre y el agua moje; aun así, ella y cada uno se merecen ser vistos, abrazados, valorados, cuidados, atendidos y queridos.

Ella ve la vida de muchos colores, quiere y se merece mantenerlos vivos todos, no sólo el rojo de su sangre, que tímidamente se asoma en su piel apagado por el golpe que a la vez apaga también sus ganas de seguir adelante.

lunes, 24 de octubre de 2011

.. por esperar ..

Esperando me quedé dormida, y durmiendo soñé...

Soñé que el tiempo no era un límite, que la paciencia va más allá, que nos asegura en la certeza de la esperanza, que nos abraza a la seguridad de la fe, que alumbra los caminos aún lejanos...

Con paciencia caminé y todavía no veo la meta, quizá he cambiado de dirección, no quisiera; no sé si quisiera, puede ser tan fija una idea que no se contempla lo que hay al rededor, comencé a perderme en la pronunciada curva y dejé detrás y de lado la flor nueva que se abría junto a mí...

Esperando crecemos sin darnos cuenta y esperamos madurar .. esperando se ha ido la inspiración y me vuelvo candidata del llanto, que esperando se distrae y vuelve al papel…

Ha pasado el tiempo y sigo esperando, cambiaría tanto por verte otra vez. Espero llegar y encontrarme en tu sonrisa, espero que me abraces con tu voz, que me acaricie la densidad de tus palabras, puntual y sencilla…

Y podría esperar la vida entera si fueras tú la condición, si supiera que estarías esperándome, acompañándome, sonriendo en mis ojos sólo una vez más, ésa que tanto esperamos…

Sin ti duele esperar y hasta parece absurdo; sin tus manos me falta certeza al caminar, la seguridad se diluye en el aire y las nubes apagan la luz. A lo lejos, más allá del horizonte espero encontrarte…

Esperando amaneció y una sonrisa de ojos negros alumbró mi mañana, pero con paciencia busco ese juego de palabras, ese silencio, esa respuesta que me enseñe a esperar…

Esperando me quedé dormida y amaneció, de nuevo se hizo de noche. Quiero cerrar los ojos para creer que el milagro ha de llegar, que aprenderemos a volar sin importar si vivimos en tiempos distintos, podríamos quizá acortar la distancia entre tu sol y mis mañanas…

Mientras sólo queda esperar…

jueves, 6 de octubre de 2011

.. shhh!! ..

En silencio las miradas hablan, tus ojos sonríen y alegran la mañana nublada y llena de trabajo. Tu abrazo conforta todo lo que compartes aun cuando lo desconoces.

En silencio la risa flota y el aroma de juventud se desborda por las ventanas. Cada paso se ve con claridad y cada movimiento espera ser observado, admirado, querido.

En silencio nos volvemos cómplices sin que nadie se entere, incluso sin que tú lo notes.

En silencio la caída de cualquier objeto es motivo de ruptura y nuevo comienzo de este idilio de ausencia sonora y miradas.

En silencio hasta tus manos ríen e inundan cada rincón de este cubo de vidrio que espera llenarse con algo más que mi voz.

En silencio quisiera guardar la lluvia en mis manos, ver caminar a la noche y descifrar el canto de las estrellas, que despacito se contestan unas a otras en un canon de luz.

En silencio flota la incertidumbre y pelea con los sueños, se interpone la calma y se apaga la ansiedad.

En silencio la paciencia crece, la esperanza se alimenta mientras la abraza Aquel amor..

En silencio respiras, respiro, sonreímos y finalmente decidimos acabar con él para dar paso a la cotidianidad donde tanto lo extrañaremos..

.. y entonces aparece la ironía y alzando la voz se escucha ¡SILENCIO!

domingo, 11 de septiembre de 2011

Dulces sueños


Ojalá y todo lo que imaginamos despiertos tuviera un pedacito de realidad…

- Que viéramos la belleza que habita en los ojos de un anciano

- Que nos saludáramos sonriendo aun sin conocernos

- Que el aire de las combis fuera más fresco y oliera a naranja y vainilla

- Que compartiéramos nuestra comida con quien tenemos a un lado, sólo por cortesía

- Que tuviéramos palabras amables para aquél que admiramos en vez de envidiarlo

- Que los recuerdos nos abrazaran el corazón en la distancia

- Que los amigos fuéramos más allá de las heridas

- Que dejáramos el miedo de lado para estar con personas distintas a nosotros

- Que dijéramos “gracias” sinceramente al que hace algo pequeño

- Que no fuera incómodo pedir la hora a un desconocido

- Que pudiéramos caminar de noche sin apretar el paso

- Que ver u oír cantar solo a otro en la calle no fuera motivo de burla

- Que la luna no se apagara

- Que los abrazos fueran espontáneos cuando hacen falta, y cuando no también

- Que disfrutáramos el timbre de la voz de aquél al que queremos y nos quiere

- Que valoráramos la preocupación de quien nos quiere

- Que creciéramos para hacernos cada vez más humanos

- Que mantuviéramos las ganas de soñar..

.. y lo tienen, es éste, del que tú formas parte, gracias por darme motivos, rayitos de sol, gotitas de esperanza..

lunes, 1 de agosto de 2011

Por los que nos faltan...

Porque todas alguna vez hemos sentido el dolor de la impotencia, la frustración de la tristeza ajena. Porque hemos querido con cada pedacito del corazón abrazar en la distancia a ése que está solo o triste.

Porque, con suerte, hemos entendido que no podemos cambiar algunas cosas. Porque la conciencia no impide compartir el sufrimiento aunque ellos lo ignoren.

Porque cuando más solas nos sentimos sabemos que ellos pueden estarlo más. Porque la esperanza de su felicidad nos hace sonreír; porque incluso, la propia, a veces nos hace sentir culpables.

Porque enterarnos de rebote de su vida nos genera un sentimiento raro en la panza, pero no saber nada, nos apachurra el corazón.

Porque aferrarnos no siempre es sano, porque hasta el agua se pudre.

Porque a veces necesito recordar quién soy y qué quiero, porque mucho tiempo no vi más allá de aquél.

Porque con el primer paso se afianza la paz, porque le pido a Dios que no le falte.

Porque cuando te abrazo y veo que sonríes tímidamente sé que hoy vale la pena por ti, porque tú estuviste conmigo entonces.

Porque de esto se trata, porque buscando encontramos, porque la esperanza no se agota, porque entender duele, porque ver da miedo, porque caminar fortalece, porque recordar reafirma, porque amar alivia.

lunes, 25 de julio de 2011

Más que ojos de nostalgia

Hoy estoy sorprendida y encantada con la riqueza de la vida. En un sólo día viví un licuado de emociones que me llevan más allá de meramente conmoverme y hacerme llorar de tristeza o de felicidad.

Hoy es por un gran Velázquez, y por todos, los vivos en la tierra, en el cielo, en el recuerdo, en el corazón, en el álbum de fotos y el árbol genealógico, por cada uno de ellos, por cada uno de nosotros.

Hace ya algún tiempo que me di cuenta que tenía mucho sin llorar por esas ausencias que me ponen triste, esas que duelen y desgarran, esas que recuerdan los espacios vacíos, sí, ésa particularmente. Y había intentado por varios medios lograrlo, pero tornaba el momento sentimentaloide y perdía sentido, no es cuestión de mera catarsis, es asunto claro y concreto. Llorar por llorar es como comprar por comprar, satisface un ratito pero no llena la intensidad del vacío.

Bueno, pues bien merecido y medianamente planeado nos enfilamos a vacacionar en familia, sí, debo admitir que a veces la siento chiquita e incompleta pero igual busqué la mentalidad de disfrutar el día.

El camino fue hermoso, estos paisajes veraniegos michoacanos llenos de verde en la más variada gama, amarillo, blanco, azul.. Poco antes de llegar fui presa de ese sentimiento que tenemos muchos en nuestro Estado, unos más constantemente que otros, pero a todos nos ha llegado, la ilusión de que en cualquier momento nos bajarían del carro y ahí acabaría todo.. pero no llegó a tanto, un oriundo cubierto con pasamontañas hizo gesto de "ustedes qué" y nos dejó pasar. "La guardia", dijo mi hermano y yo me limité a acostarme en las piernas de mi mamá, cual niña chiquita. Al salir, una escena similar pero un sentimiento más duro y consciente.

Casi al final del día experimenté el berrinche y luego la risa burda que generan los personajes de telenovela, "comedia" diría mi papá y un par de comerciales bellos. Esto a la par de abrazar a uno de mis rayitos de sol escondido en una nubecilla que parecía ballena gris.

Pero el centro hoy se lo debo a un par de ojitos grandes, hermosos que llenaron ese vacío. Llegamos a Paracho a visitar a mi tío Emilio, a quien no encontramos porque andaba en la plaza, pero en el negocio estaba Rocío, su hija, adentro estaba Jaime.

Tomamos un té de nurite y después de un rato entró el hombre a su casa. Firme y seguro caminó a su cuarto para descansar un poco pero ni nos vio al pasar.

Más tarde Rocío fue por él y estuvo con nosotros un ratito, platicamos y debo admitir que callada observaba cada uno de los detalles que se forjan en las caras de los grandes Velázquez, ese movimiento incesante de pies y/o manos, mientras intentan captar lo más posible de la plática aunque su oído no sea el mejor. Cada gesto, cada línea en su rostro y la mirada serena y segura, en sus ojos no cabe el miedo. La lluvia nos obligó a quedarnos un rato más y en este momento lo agradezco tanto...

Al despedirnos fue inevitable, lo vi a los ojos y vi a mi papá, no pude más que abrazarlo y acariciarlo y disfrutar cómo su voz se quebraba junto con la mía, cómo nuestras miradas se inundaban y el abrazo nos ponía de pie, como me levanta ahora su recuerdo, que es mucho más que nostalgia, es certeza, es fortaleza y es vida.



jueves, 30 de junio de 2011

Para los de tercero.. y los de primero y los de segundo

Es impresionante el cambio que a simple vista se aprecia si comparamos a cada uno de ustedes la primera vez que entro en éste, su colegio, por primera ocasión, con los jóvenes que tengo frente a mí.

Y es que, si a simple vista podemos ver grandes cambios, imaginemos qué podríamos encontrar si revisamos a detalle lo que se ha movido con el paso de los años, dentro de ustedes. Desde la forma de ver la vida, hasta los sentimientos por las personas con las que conviven, pasando por los sueños, miedos, cualidades y proyectos.

No es necesario remontarnos doce años atrás para algunos, nueve para otros, tres, o cualquier otro número. Basta con ir a su primer día de tercero de secundaria para darnos cuenta de que los cambios han sido grandes en algunos aspectos, pequeños en otros, pero lo importante es que existen.

Existen y son reales como cada una de las cualidades de uno por uno. Así como la alegría, las ganas de crecer, la búsqueda de justicia, el espíritu de equipo, la rebeldía contra lo que creen injusto, la necesidad de analizar y explicarlo todo. Incluso ese ímpetu de competencia, de crítica y debate, esa urgencia por saber, resolver, conocer, esa necesidad de crecer.

Porque es indudable el crecimiento que ha logrado cada uno con sus particularidades y riquezas, con eso que los distingue y los hace únicos, portadores de esperanza para nuestra sociedad que tanto la reclama, estandarte de alegría y energía en un mundo que se inunda de hastío, realidad de amor en potencia en un colegio que los ha visto convertirse en personas cada vez más humanas y generosas.

Pero no basta tener talentos y saberse dueño de ellos, es urgente conocerlos, cultivarlos, acrecentarlos, disfrutarlos y ponerlos a trabajar. A lo largo de este camino, que hoy llegando a su fin les abre nuevas puertas y oportunidades, han descubierto mucho de sí mismos. Hoy no es necesario que revisemos uno a uno sus cualidades, cada uno las conoce. ¿Qué falta? Hacer consciencia de la trascendencia que tiene el ser dueño de ellas, no es posible solamente tenerlas colgadas como medallas, es imperante seguir conociéndolas y hacer que den fruto.

Ustedes gozan de enormes privilegios, primeramente el de la vida, la cual han recibido de Dios a través de sus padres, quienes han ordenado los medios para que en el transcurso de su vida hayan recibido casa, sustento, vestido, educación y los elementos que construyen su ser.

Por otro lado, disfrutan del privilegio de contar con una formación educativa bajo un estilo en valores, encaminado a su crecimiento y desarrollo integral, en el cual participamos no solamente los maestros, sino también ustedes como actores que hacen que el proceso sea posible de manera cíclica, pues han crecido ustedes, pero al mismo tiempo nos enriquecen a nosotros con su frescura y naturalidad.

Jóvenes, en sus manos está el privilegio de la libertad educada y en proceso de asumirla como propia y saber encaminarla, gozan de una riqueza incalculable a partir de lo que han recibido de toda la gente que los quiere y está cerca de ustedes, pero también de la que reciben todos los días de sus compañeros como respuesta a lo que ustedes les entregan.

Están en un momento clave de su vida, en el que están comenzando a tomar decisiones que impactan no solo su presente sino que tienen eco en el futuro cercano y lejano como ondas que se propagan en el agua, así, lo que deciden hoy va formando su camino. Están tomando en sus manos la posibilidad de mantenerse caminando o estacionarse a ver a los otros vivir.

Un ciclo escolar que termina, una página que llega a su fin; un peldaño más que subir. La oportunidad comienza de nuevo; no es el fin, sólo es el inicio de su porvenir.

domingo, 26 de junio de 2011

Es hoy..

Por una serie de razones bien cuajadas que hoy me tienen escribiendo en pro de seguir caminando.
- Porque los pensamientos vagos, aún aquéllos que tienen la posibilidad de trascender, corren el riesgo de perderse en un mar de ruido.
- Porque la catarsis debe ir más allá del karaoke, aunque éste siendo con la gente correcta da resultados impresionantes.
- Porque hay fechas, fiestas, momentos que deben guardarse y compartirse más allá de la memoria y el corazón.
- Porque para iniciar un proyecto, los esquemas escritos suelen dar más pedacitos de realidad a los sueños.
- Por Betaré, Ámbar y etcéteras, Lumito, el Coso y todos aquellos que siguen esperando tener más líneas.
- Porque es imperante dedicándome y queriendo dedicarme cada vez más a la comunicación.
- Porque aún el agua, si se queda estancada se pudre y en consecuencia, pudre a lo demás, pasa lo mismo con las ideas escondidas.
- Porque quiero y me hace bien.
- Porque los quiero y me hacen bien, mis fuentes de inspiración.
- Porque hoy lo decidí.

El "coming soon" ha terminado.. "notas y letras" he aquí.