miércoles, 26 de octubre de 2011

Por ella y por los que nadie ve

Todos los días me rindo a su sonrisa y hoy me volvió al llanto contenido al acariciar su joven piel. Cuantas heridas guarda debajo, que ni siquiera la sangre se atreve a correr y el silencio embarga este espacio grisáceo en el que su luz quiere dar batalla.

¡Qué injustas son las noches que le impiden soñar y las mañanas que la enfrentan a la realidad, que dan pie a liberar únicamente el carmesí que recorre su interior!

¡Qué burla robarle la alegría, que delito aprisionar su corazón!

No hay mucho en mis manos, no hay nada en las suyas, no aún. Ojalá pronto llegara ese día, su día, cuando su vida sea verdaderamente suya y pueda disfrutar los colores sin buscar la mirada aprobatoria. Cuando sus heridas se hayan cerrado y de ellas quedara solamente la cicatriz, esa que deja el dolor y en cuya memoria nos hemos hecho más humanos.

Desearía que mi rabia se convirtiera en cielo estrellado para abrazarla por las noches cuando no llega el beso de mamá y que el frío de la noche cerrara sus heridas y le ayudara a crecer muy despacito, que inhibiera el dolor, que devolviera el rojo a su sonrisa…

Aunque crecer duele, aunque las preocupaciones del adulto pueden ser muchas, aunque el miedo nos transforma, aunque las ofensas sean muy graves, aunque nos invada la frustración, aunque la soledad aprisione, aunque ellas misma desconozcan los motivos, aunque el sol alumbre y el agua moje; aun así, ella y cada uno se merecen ser vistos, abrazados, valorados, cuidados, atendidos y queridos.

Ella ve la vida de muchos colores, quiere y se merece mantenerlos vivos todos, no sólo el rojo de su sangre, que tímidamente se asoma en su piel apagado por el golpe que a la vez apaga también sus ganas de seguir adelante.

lunes, 24 de octubre de 2011

.. por esperar ..

Esperando me quedé dormida, y durmiendo soñé...

Soñé que el tiempo no era un límite, que la paciencia va más allá, que nos asegura en la certeza de la esperanza, que nos abraza a la seguridad de la fe, que alumbra los caminos aún lejanos...

Con paciencia caminé y todavía no veo la meta, quizá he cambiado de dirección, no quisiera; no sé si quisiera, puede ser tan fija una idea que no se contempla lo que hay al rededor, comencé a perderme en la pronunciada curva y dejé detrás y de lado la flor nueva que se abría junto a mí...

Esperando crecemos sin darnos cuenta y esperamos madurar .. esperando se ha ido la inspiración y me vuelvo candidata del llanto, que esperando se distrae y vuelve al papel…

Ha pasado el tiempo y sigo esperando, cambiaría tanto por verte otra vez. Espero llegar y encontrarme en tu sonrisa, espero que me abraces con tu voz, que me acaricie la densidad de tus palabras, puntual y sencilla…

Y podría esperar la vida entera si fueras tú la condición, si supiera que estarías esperándome, acompañándome, sonriendo en mis ojos sólo una vez más, ésa que tanto esperamos…

Sin ti duele esperar y hasta parece absurdo; sin tus manos me falta certeza al caminar, la seguridad se diluye en el aire y las nubes apagan la luz. A lo lejos, más allá del horizonte espero encontrarte…

Esperando amaneció y una sonrisa de ojos negros alumbró mi mañana, pero con paciencia busco ese juego de palabras, ese silencio, esa respuesta que me enseñe a esperar…

Esperando me quedé dormida y amaneció, de nuevo se hizo de noche. Quiero cerrar los ojos para creer que el milagro ha de llegar, que aprenderemos a volar sin importar si vivimos en tiempos distintos, podríamos quizá acortar la distancia entre tu sol y mis mañanas…

Mientras sólo queda esperar…

jueves, 6 de octubre de 2011

.. shhh!! ..

En silencio las miradas hablan, tus ojos sonríen y alegran la mañana nublada y llena de trabajo. Tu abrazo conforta todo lo que compartes aun cuando lo desconoces.

En silencio la risa flota y el aroma de juventud se desborda por las ventanas. Cada paso se ve con claridad y cada movimiento espera ser observado, admirado, querido.

En silencio nos volvemos cómplices sin que nadie se entere, incluso sin que tú lo notes.

En silencio la caída de cualquier objeto es motivo de ruptura y nuevo comienzo de este idilio de ausencia sonora y miradas.

En silencio hasta tus manos ríen e inundan cada rincón de este cubo de vidrio que espera llenarse con algo más que mi voz.

En silencio quisiera guardar la lluvia en mis manos, ver caminar a la noche y descifrar el canto de las estrellas, que despacito se contestan unas a otras en un canon de luz.

En silencio flota la incertidumbre y pelea con los sueños, se interpone la calma y se apaga la ansiedad.

En silencio la paciencia crece, la esperanza se alimenta mientras la abraza Aquel amor..

En silencio respiras, respiro, sonreímos y finalmente decidimos acabar con él para dar paso a la cotidianidad donde tanto lo extrañaremos..

.. y entonces aparece la ironía y alzando la voz se escucha ¡SILENCIO!