lunes, 23 de enero de 2012

Revisado, enamorado, amado

21 de enero de 2012

Salí sabiendo que había quedado pendiente más que una foto, que el tiempo sigue siendo siempre insuficiente, que el mejor lugar para mis manos no es dentro de las bolsas de mi chamarra. Pero respiré y sonreí, cerré los ojos y te pensé…

Volví a esa idea que ha recorrido mi cabeza los últimos días. Eso de comprometerse y vivir la libertad es complejo, pero comprender que la libertad sin dirección no funciona y que vivir sin compromiso resulta ilógico y falto de finalidad ha sido más allá de lo teórico una gran ganancia al compartir este tiempo contigo.

He dejado de lado ideas arraigadas por orgullo o experiencia propia, he abierto nuevas puertas y posibilidades, he reconocido mis errores y al aceptarlos he logrado aprender, he crecido y me he cuestionado.

Amar implica mucho más que solamente darse, saberse amado no es posible sin reconocerse humano y limitado, pues el amor va acompañado de conocimiento y la libre convicción de aceptar, respetar, pero sobre todo ayudar, acompañar y mejorar realmente unidos.

Agradecer impera revisar, analizar y recordar (re-coeur-dar), volver a dar el corazón… ¡¡GRACIAS!!

... al abrir los ojos recordé tu sonrisa y tus brazos alrededor de mí, más allá de pensarte te he encontrado, me he rencontrado y he decidido vivir en serio.

miércoles, 4 de enero de 2012

Pedazos de sol, rayos de corazón

Hoy rompí una foto vieja, fue tomada hace un par de semanas. Entonces todo era nuevo y lleno de color, las sonrisas y las miradas bastaban para convertirse en detalles que construían una nueva realidad a la cual pensaba entregarle un pequeñito fragmento de corazón, pero en un tímido halo quedó.

También abracé a la inmensidad que encierra la vida, esperaba detrás de la puerta llena de ilusión. Debo confesar que tiempo atrás quiso arrebatarme el corazón a cambio de un pedacito de sol, intercambiamos sonrisas y decidimos regalarnos un espacio sincero, acorde al tiempo y la edad.

Por otro lado dudé de la realidad y los planes, las nubes se robaron el sol entero y opacaron también el corazón pero de noche florecieron vueltas esperanza y unidad.

A media tarde volví a ese lugar donde un pedacito busca su corazón y sin darse cuenta llena de sol los rincones más inciertos, incluso los propios que le resultan desconocidos.

Ahora pienso en los corazones hechos pedazos, los que han quedado regados en tan diversos escenarios. Reviso también los soles que se han apagado por llevar luz a inhóspitos lares o porque fueron demasiado brillantes para el contexto.

He aprendido que regalar espacios del corazón genera añoranza y nostalgia por las ausencias y que despojar de rayos al sol es fuente de oscuridad en el origen. Sin embargo, parece que propagar rayos de corazón y hacer que inunde la oscuridad multiplica la luz tal como otorgar pedacitos de sol es fuente de vida y calor humano.

Por eso he decidido volver pedacitos de sol los espacios de mi corazón que antes regalé, para que llenen de calor, vida y alegría la realidad actual. Y los rayitos de sol han de convertirse en halos de corazón que lleven esa vida a los rincones inertes o expectantes, esos que no se han ubicado y añoran libertad.